MÁM DOMA KOČKU / TENGO EN CASA UNA GATA (POKÁČ)

Esta canción divertida sobre la lucha diaria de un chico que tiene que aguantar a la nueva mascota de su novia, pertenece al repertorio de Pokáč. Salió en 2017 en su disco de debut llamado "Vlasy"/"El pelo". Dado que Pokáč es calvo se nota que es capaz de tomarse el pelo a sí mismo (qué expresión más oportuna, jaja).

Pokáč es el apodo, su nombre real es Jan Pokorný (*1990, Praga?). Aparte de su carrera musical trabaja como técnico informático.

Como cantautor hace canciones actuales en las que refleja con humor, por ejemplo, la situación política checa, los jóvenes que están enganchados a los videojuegos, la Navidad sin nieve etc. También escribe letras (o participa en ellas) para el cantante checo conocido como Voxel (pronto os publicaré aquí su dueto) o para el grupo Mirai (p.ej. la canción "Chci tančit"/"Quiero bailar").

A la izquierda está el vídeo oficial (2017), que igual que Jaromír Nohavica en su "Lachtani"/"Leones Marinos" demuestra de forma genial de lo que Pokáč está cantando. Además, encima del sofá podéis notar el póster de Lunetic, un grupo checo muy pop y famoso de finales de los años 90. Otra broma. :-) A la derecha os dejo una grabación en vivo de la radio Černá Hora (2017). ¡Que os divirtáis!


Jednou mi drahá říká:
"Miláčku, já chci kočku."
Já na to, že chci spíš psa.
A jeli jsme pro kočku.

V útulku
v Měcholupech
maj' dobrej výběr, zdá se.
Kočky jsou zcela zdarma
jen očkování
za patnáct set.

Po dlouhým vybírání,
diskuzích a dvou hádkách
jedno z koťátek jemně sevře
můj prst ve svých drápkách.

A volba byla jasná,
má drahá slzy suší,
co si však vezem domů,
to ani jeden z nás netuší.

Mám doma kočku,
mám ji rád.
Je to skvělý kamarád.
Jen od tý doby, co ji znám,
mám ruce nohy
samej šrám.

Dávno už se nemazlí.
Žít s ní je pro zdraví fakt zlý.
Každý den projdu terorem,
mám nejspíš kočku s errorem.

Prvních pár dnů soužití
vše vypadá nevinně,
koťátko v náručí spí
a pak zkadí půlku kuchyně.

Prostě nic, co nečekáš,
když útulek zaručí,
že "kočička se po pár týdnech
na záchůdek naučí."

Jenže pár měsíců je pryč,
záchod zeje prázdnotou,
bytem čpí příšernej smrad,
za kočkou lítám s lopatou.

Když jí zkusím pomoct sám,
na záchod ji přemístit,
zvládne mi dlaně rozdrásat
(au!)
a ještě potřísnit.

Mám doma kočku,
mám ji rád.
Je to skvělý kamarád.
Jen od tý doby, co ji znám,
mám ruce nohy
samej šrám.

Dávno už se nemazlí.
Žít s ní je pro zdraví fakt zlý.
Každý den projdu terorem,
mám nejspíš kočku s errorem.

Za noc nejmíň pětkrát
jí okno otevřít jdu,
pak v práci šéf se zeptá,
proč vždy tak ospalý přijdu.

Že občas hrdě nám dvoum
donese zakouslou myš,
poznáš až ráno,
když se s torzem myši
v ústech vzbouzíš.

Tak jsme si dobrovolně
pořídili katastrofu,
stálo nás to
patnáct stovek
a jednu zbrusu novou sofu.

Kouše, škrábe, drásá,
no prostě je to krása,
tváří se tak roztomile
zvlášť, když se mi rejpe v žíle.

Mám doma kočku,
mám ji rád.
Je to skvělý kamarád.
Jen od tý doby, co ji znám,
mám ruce nohy
samej šrám.

Dávno už se nemazlí.
Žít s ní je pro zdraví fakt zlý.
Každý den projdu terorem,
mám nejspíš kočku...

Ráda dlouze sedá v okně
anebo ve dveřích.
Bůh ví, proč nejradši v zimě,
když venku padá sníh.

Když pak v bytě máme mínus dvacet,
tak nás zahřívá
aspoň pocit,
že v tu chvíli
naši krev neprolívá.

Ou!

Mám doma kočku,
mám ji rád.
Je to skvělý kamarád.
Jen od tý doby, co ji znám,
mám ruce nohy
samej šrám.

Dávno už se nemazlí.
Žít s ní je pro zdraví fakt zlý.
Každý den projdu terorem,
mám nejspíš kočku s errorem.

Mňau!

Un día mi querida me dice:
"Cariño, yo quiero una gata."
Yo le respondí que prefería un perro.
Y fuimos a por una gata.

En el centro de acogida en Měcholupy
(*el barrio de Praga Dolní Měcholupy)
tienen una buena elección, parece.
Las gatas son completamente gratis,
solo la vacunación cuesta
mil quinientas coronas. (*unos 58 euros)

Después de una selección larga,
discusiones y dos peleas,
uno de los gatitos aprieta suavemente
mi dedo con sus uñas.

Entonces, la elección estuvo clara,
mi querida se seca las lágrimas,
pero lo que estámos llevando a casa
no tenemos ni la menor idea.

Tengo en casa una gata,
le tengo cariño.
Es una amiga estupenda.
Solo desde que la conozco
tengo las manos y las piernas
llenas de rasguños.

Hace mucho que no se deja acariciar.
Vivir con ella es de verdad malo para la salud.
Cada día me invade el terror,
probablemente tengo una gata con error.

Después de unos días de convivencia
todo parece inocente,
la gatita duerme en brazos
y luego se cagará en media cocina.

Simplemente algo que no esperas
cuando el centro de acogida garantiza
que "la gatita en unas semanas
aprenderá a ir al arenero."

Pero unos meses han pasado,
el váter destila vacío,
por el piso hay un hedor terrible,
detrás de la gata corro con la pala.

Cuando intento ayudarla yo mismo
y llevarla al váter,
logra desgarrarme las palmas
(¡ay!)
y además manchármelas.

Tengo en casa una gata,
le tengo cariño.
Es una amiga estupenda.
Solo desde que la conozco
tengo las manos y las piernas
llenas de rasguños.

Hace mucho que no se deja acariciar.
Vivir con ella es de verdad malo para la salud.
Cada día me invade el terror,
probablemente tengo una gata con error.

Durante la noche por lo menos cinco veces
me levanto para abrirle la ventana,
luego en el trabajo el jefe pregunta
por qué siempre vengo tan soñoliento.

Que a veces a nosotros dos
nos traerá con orgullo un ratón muerto
lo descubrirás por la mañana
cuando con un torso de ratón
en la boca te despiertes.

Entonces nos compramos
voluntariamente una catástrofe,
nos costó mil quinientas coronas
(*unos 58 euros)
y un sofá novísimo.

Muerde, rasca, desgarra,
pues, simplemente es una monada,
pone una cara tan graciosa,
sobre todo cuando me hurga en las venas.

Tengo en casa una gata,
le tengo cariño.
Es una amiga estupenda.
Solo desde que la conozco
tengo las manos y las piernas
llenas de rasguños.

Hace mucho que no se deja acariciar.
Vivir con ella es de verdad malo para la salud.
Cada día me invade el terror,
probablemente tengo una gata con error.

Le gusta quedarse sentada en la ventana
o en la puerta.
Dios sabe por qué sobre todo en invierno
cuando fuera nieva.

Cuando luego en el piso hay -20 °C ,
entonces nos calienta
por lo menos el sentimiento
de que en ese momento
no derrama nuestra sangre.

¡Ou!

Tengo en casa una gata,
le tengo cariño.
Es una amiga estupenda.
Solo desde que la conozco
tengo las manos y las piernas
llenas de rasguños.

Hace mucho que no se deja acariciar.
Vivir con ella es de verdad malo para la salud.
Cada día me invade el terror,
probablemente tengo una gata con error.

¡Miau!

Comentarios

Entradas populares de este blog

DVEŘE DO POKOJE / LA PUERTA A LA HABITACIÓN (MŇÁGA A ŽĎORP)

LÁSKO! / AMOR! (MARIE ROTTROVÁ)

NA KOLENA / DE RODILLAS (IVAN HLAS)