CHMÝŘÍ PAMPELIŠEK / LA PELUSA DE DIENTES DE LEÓN (SLZA)
Aquí está el vídeo oficial (2018):
Ve stínu svejch ulit
a zvyklostí,
dál jdem´ od nebe,
když touhy spí.
Když dávný touhy
v nás jen spí.
A svět je jak řeka,
když táhne proud.
Já však chci plavat
a ne jen plout.
Chci tempa dělat,
ne jen plout.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše dny,
kdy u Mrázků
krad´ jsem Ti tulipány.
Zázrak se denně stal,
svět ještě nebyl klišé,
čas hru za náš tým hrál.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše mou první lásku
a naše velký plány.
Vítr, co rozfoukal
jak chmýří pampelišek
vzhůru, co náš dech hnal.
Jak v jantaru včela,
jak v houslích tón,
je sen, co včera
odvál ten shon.
Ten sen, co mi
odvál ten shon.
Když spád doby
tlačí mě zas
jak píst,
stejně se vracím
do známejch míst.
Chci vrátit se
do známejch míst.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše dny,
kdy u Mrázků
krad´ jsem Ti tulipány.
Zázrak se denně stal,
svět ještě nebyl klišé,
čas hru za náš tým hrál.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše mou první lásku
a naše velký plány.
Vítr, co rozfoukal
jak chmýří pampelišek
vzhůru, co náš dech hnal.
Kam nás ten vítr vzal?
Vždyť, co bylo v nás,
je stále tam,
kam nás ten vítr vzal.
Proč jsem zapomněl,
čeho jsem se vzdal?
Kam nás ten vítr vzal?
Vždyť jsme chtěli víc,
tak proč to vzdát.
Vždyť stále můžem´
o to hrát.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše dny,
kdy u Mrázků
krad´ jsem Ti tulipány.
Zázrak se denně stal,
svět ještě nebyl klišé,
čas hru za náš tým hrál.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše mou první lásku
a naše velký plány.
Vítr, co rozfoukal
jak chmýří pampelišek
vzhůru, co náš dech hnal.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše dny,
kdy u Mrázků
krad´ jsem Ti tulipány.
Zázrak se denně stal,
svět ještě nebyl klišé,
čas hru za náš tým hrál.
Mám v hlavě hlas,
co dál mi připomíná
tiše mou první lásku
a naše velký plány.
Vítr, co rozfoukal
jak chmýří pampelišek
vzhůru, co náš dech hnal.
Ve stínu svejch ulit
a zvyklostí
dál jdem´ od nebe,
však touhy
bdí.
Ty dávný touhy
stále bdí.
En la sombra de nuestras caracolas
y costumbres,
nos alejamos del cielo
cuando los anhelos duermen.
Cuando los viejos anhelos
en nosotros solo duermen.
Y el mundo es como un río
arrastrando la corriente.
Sin embargo, yo quiero nadar
y no solo flotar.
Quiero dar brazadas,
no solo flotar.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente aquellos días
cuando en casa de los Mrázek
te robaba tulipanes.
El milagro pasaba cada día,
el mundo todavía no era un cliché,
el tiempo jugaba en nuestro bando.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente a mi primer amor
y nuestros grandes planes.
El viento que esparció soplando
como pelusa de dientes de león
arriba lo que nuestro aliento llevaba.
Como en ámbar una abeja,
como del violín un tono,
es un sueño al que ayer
se llevó esa prisa.
Ese sueño que se me
llevó esa prisa.
Aunque el ritmo de la época
me presiona otra vez
como un pistón,
aun así vuelvo
a los lugares conocidos.
Quiero volver
a los lugares conocidos.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente aquellos días
cuando en casa de los Mrázek
te robaba tulipanes.
El milagro pasaba cada día,
el mundo todavía no era un cliché,
el tiempo jugaba en nuestro bando.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente a mi primer amor
y nuestros grandes planes.
El viento que esparció soplando
como pelusa de dientes de león
arriba lo que nuestro aliento llevaba.
¿Adónde nos llevó ese viento?
Si lo que era en nosotros
sigue estando allí
adonde ese viento nos llevó.
¿Por qué olvidé
de lo que había prescindido?
¿Adónde nos llevó ese viento?
Si queríamos más,
entonces ¿por qué rendirse?
Si seguimos pudiendo
jugar por ello.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente aquellos días
cuando en casa de los Mrázek
te robaba tulipanes.
El milagro pasaba cada día,
el mundo todavía no era un cliché,
el tiempo jugaba en nuestro bando.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente a mi primer amor
y nuestros grandes planes.
El viento que esparció soplando
como pelusa de dientes de león
arriba lo que nuestro aliento llevaba.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente aquellos días
cuando en casa de los Mrázek
te robaba tulipanes.
El milagro pasaba cada día,
el mundo todavía no era un cliché,
el tiempo jugaba en nuestro bando.
Tengo en mi cabeza una voz
que sigue recordándome
silenciosamente a mi primer amor
y nuestros grandes planes.
El viento que esparció soplando
como pelusa de dientes de león
arriba lo que nuestro aliento llevaba.
En la sombra de nuestras caracolas
y costumbres
nos alejamos del cielo,
sin embargo, los anhelos
están despiertos,
Los viejos anhelos viejos
siguen estando despiertos.
Comentarios
Publicar un comentario